Todos hemos oído hablar de la calificación energética, pero si nos paramos un momento a analizar qué significa realmente, quizá conozcamos más palabra que lo que realmente implica.
Si observamos el siguiente gráfico podemos ver cual es el gasto anual en calefacción y en refrigeración de una vivienda de calificación energética «F», la estándar en nuestro país.
Toda esta información que arroja el gráfico, se traduce en que en una compra de una vivienda de 120.000 euros con calificación «, nos ahorrará unos 1.500 € al año con respecto a una vivienda con calificación «F»; lo que supone un ahorro de 44.000 € en 30 años, como podemos ver en el gráfico.
Pero lo más grave no son los 51.000 euros de diferencia, sino la falta de confort en cuanto a la climatización de la casa se refiere.
Otro dato muy grave es que, en el caso de un sueldo de unos 1.000 euros al mes, sería necesario trabajar 51 meses más para pagar la vivienda durante algo más de 4 años.
Por otro lado, el IBI se reducirá en las viviendas con mejor calificación energética hasta un 20%.
La escala de calificación energética mide el consumo de energía que se considera necesario para satisfacer la demanda energética de nuestro edificio, así como sus emisiones de CO2. Las calificaciones energéticas más altas gastan menos y contaminan menos.
Esto es algo que casi nadie tiene en cuenta, pero es de una importancia fundamental, tanto para el usuario de la vivienda como para la disminución de la contaminación.
Me permito recordarles que la Calificación Energética de la ECOurbanización es «A», por lo que todos aquellas familias que deseen, no sólo disminuir su gasto en energía, sino disminuir la emisión de CO2, pueden disfrutar de estas ventajas al adquirir una de nuestras ECOviviendas.
Leave a Reply